LAKE VEREA
Paparazza Moderna, Capítulo II
18 de septiembre a 8 de noviembre de 2018
Una parte del trabajo artístico de Lake Verea gira en torno al retrato de la arquitectura moderna. Su primer objeto de atención fue Luis Barragán. En ese proyecto se ponía ya en evidencia que su mirada estaba muy lejos de la fotografía de arquitectura convencional. Si algo ha caracterizado su acercamiento a la arquitectura, es precisamente esa mirada oblicua sobre el espacioque nos revela los aspectos menos evidentes de estructuras que hoy son ya emblemáticas. Los descubrimientos formales y conceptuales que surgieron de esa primera experiencia las llevaron a plantearse hacer una extensa investigación de las obras de los principales exponentes del modernismo. Entre 2011 y 2016 viajaron a Nueva York, Connecticut, Massachusetts, Los Ángeles, San Francisco, Dessau e Illinois.
Parte del resultado de esa investigación es lo que conforma su segunda exposición individual en Proyecto Paralelo para la que se ha seleccionado un conjunto de cinco casas construidas por Rudolf M. Schindler y Richard J. Neutra en California. El trabajo Paparazza Modernaconsta de cuatro capítulos. El primero, que también fue presentado en la galería en 2016, dedicado a las casas de Walter Gropius y Marcel Breuer en Nueva Inglaterra, el segundo que se muestra en la exposición, el tercero centrado en Mies Van der Rohe y Philip Johnson y el cuarto en Eileen Grey y Le Corbusier. Los cuatro capítulos se podrán ver reunidos por primera vez en la exposición que presentará el Vitra Design Museum en Weil am Rhein, Alemania a principios de 2019.
El tema de las parejas creativas, que son a la vez amigos y enemigos, subyace en esta serie. Quizá la propuesta más interesante en este trabajo de investigación y acción fotográfica sea el situarse en la condición del paparazzo -el fotógrafo que roba imágenes, ataca por sorpresa, no elige más que a su sujeto- y que en el resultado de la toma puede encontrar cualquier cosa: imperfecciones, vicios, defectos y virtudes.
Este acercamiento se aleja de los cánones de la fotografía de arquitectura convencional y ahí reside justamente su riqueza. El acercamiento espontáneo, sin autorización, sólo desde fuera, da como resultado una mirada emotiva y personal de cada una de estas casas que a su vez se convierten en personajes. El resultado formal es una composición creada a partir de fragmentos, los cuales conforman un dibujo, que las artistas definen como retrato arquitectónico. Entendemos a través de sus imágenes la arquitectura como ente vivo en tanto lugar habitable que se usa, cambia, se degrada y se repara, que tiene una historia y una vida. A lo largo de la investigación estas casas han sufrido cambios y transformaciones, en cuanto a su cotización en el mercado, remodelaciones e incluso una que otra ha desaparecido.
Lo que las imágenes de Lake Verea captan es ese instante del encuentro con una edificación que es parte de la historia de la arquitectura, pero que también es el reflejo de sus habitantes y la morada de sus fantasmas.