DESTIEMPO
Un proyecto de Jonathan Hernández
con Isidoro Valcárcel Medina
27 de abril - 14 de mayo de 2022
Desde la inauguración de Proyecto Paralelo hace ahora diez años la galería tuvo entre sus principales objetivos presentar el trabajo de Isidoro Valcárcel Medina, artista singular que representa a través de su práctica conceptual una definición radical de lo que puede ser el arte y su práctica en relación con la vida. Sabiendo que las circunstancias no eran propicias para un desplazamiento y que la manera misma que tiene Valcárcel Medina de entender el arte plantea problemáticas específicas para el contexto de una galería, estaba claro que tendríamos que desarrollar alguna manera no convencional para hacer posible la colaboración. En este contexto, Jonathan Hernández -quien para la exposición Algunas Lagunas que organizó en la galería en 2013 ya había contado con el trabajo del artista español- comenzó en 2020 un ejercicio de correspondencia que duró dos años y que se materializa en el proyecto que hoy presentamos.
Destiempo es una exposición que se desdobla, o mejor, se duplica y se presenta simultáneamente en dos lugares separados por el tiempo y el espacio: la galería La Caja Negra de Madrid y Proyecto Paralelo en Ciudad de México. Se trata de una muestra colaborativa en la que el montaje de cada espacio está determinado por el artista local. Más allá del resultado final lo que define el proyecto es precisamente esta idea de trabajar dentro de un “destiempo”, un desfase o desajuste que funciona como motor y que asume esos desencuentros generados no solo por la distancia geográfica, sino también por el espacio de dialogo desplazado que generó la correspondencia en papeles y sobres que iban y venían de un continente a otro. El destiempo en nuestros días es un intento por darle forma y sentido al tiempo.
Es evidente que hay un eco, por lo menos de intencionalidad con respecto al arte, entre el trabajo de Isidoro Valcárcel y el de Jonathan Hernández. Las ideas de Valcárcel son un referente clave en la práctica de Hernández y en este sentido el intercambio de ideas que se da durante los dos años de correspondencia es un extraordinario ping-pong en el que emergen cuestiones cómo qué es una práctica artística o cuáles son las maneras de responder desde el arte a las preguntas ¿qué hacemos? ¿para qué lo hacemos? Hoy que vivimos un mundo hiper-conectado pero en el que el debate crítico y auto-reflexivo es cada vez más una rareza. Escribirse con el otro, reflexionar en común es, como indica Hernández en una de sus cartas:
“una suerte de viaje inmaterial y productivo, la oscilación mental del ocio propaga una actividad ilimitada que contrarresta la inmovilidad física, desdoblando un espejo en su propia intención de ser y estar: ocupación permutable de vitalidad”
Es indudable que las circunstancias obligadas por la pandemia remarcaron si acaso esta idea de destiempo que atraviesa un proyecto desarrollado durante el encierro y que se presenta en el contexto de una guerra. Aquí lo que importa es que la comunicación no paró, que el proyecto siguió adelante dentro de su propio tiempo interno como una especie de burbuja en medio de ese paisaje que funciona como fondo y al mismo tiempo incide en las maneras en que el proyecto se desdobla. Destiempo busca ser un pequeño ejemplo de tenacidad, de la necesidad que tenemos de regenerarnos a través del diálogo, de establecer comunicación y de construir vínculos. Destiempo pone en evidencia la capacidad y potencial del arte para ser una herramienta, una pausa y un motor de la vida en medio del mundo en que vivimos.
Como parte esencial del proyecto se ha producido una publicación de tiraje limitado que recoge la correspondencia entre Jonathan Hernández e Isidoro Valcárcel Medina. Coordinada por Jaime Vallaure que será presentada dentro del contexto de las exposiciones y de manera simultánea en Madrid y Ciudad de México.