*For English scroll down
Melanie Smith
FIFTEEN MINUTES OF SUBLIME MEDITATION
Desde el 7 de septiembre
Proyecto Paralelo presenta el más reciente trabajo de Melanie Smith. Producido en el último año y medio dentro de un contexto post-Covid, se presenta como una manera de darle sentido a los tiempos que vivimos y que la pandemia ha puesto en evidencia. Se trata de un trabajo que apunta a las conexiones entre las escalas micro y macro del mundo que habitamos y que quedan fuera de nuestra comprensión. El planeta, el sol, el mar, la ecología, el cuerpo, la economía, los flujos de gente, de capital, de recursos, todo se enreda, se conecta y se desborda. El recurso formal a la abstracción y a la psicodelia en su versión tecnológica deviene en un intento de darle algún orden a este estado de movimiento perpetuo.
En términos de lenguaje, el video que da titulo a la exposición es un parteaguas en la obra de la artista al estar conformado exclusivamente por imágenes de archivo sacadas de bancos de clips. Las condiciones actuales, que no permiten viajar con libertad ni trabajar con grandes equipos, ha llevado a Smith a lo que podría llamarse una “economía de la imagen” mediante la cual reproduce el régimen visual que atraviesa las redes y el ámbito de lo digital.
No es su primer acercamiento a estas fuentes: ya en la serie de Diagramas que comenzó en 2015, recurrió a material de archivo digital que después trasladaba al soporte pictórico. En esta ocasión sin embargo las soluciones que plantea son aún más radicales. Hay una especial insistencia en las tecnologías digitales y en el origen estrictamente virtual de una gran parte de las imágenes. La saturación y repetición compulsivas generan un aplanamiento de la información que acaba perdiendo cualquier relación de escala o de jerarquía. Todo está sucediendo todo el tiempo.
Ante ese aparente caos visual, que funciona como una especie de desdoblamiento virtual del caos real que nos rodea, Smith introduce el elemento puramente plástico mediante el uso del color. La imagen en movimiento aparece entonces velada, plana y aplacada por una unidad cromática que no es aleatoria, el color ordena en función de ciertas categorías: verde para la naturaleza, azul para la tecnología, rosa para el cuerpo, naranja para la violencia. Es este paso -o espacio- entre imagen-movimiento e imagen pictórica el que envuelve toda su propuesta.
La serie de pinturas incluidas en la exposición sirven a su vez para “ralentizar” de alguna manera la velocidad imparable de la imagen digital. Tanto el video como las pinturas presentan un trayecto de ida y vuelta entre la posibilidad de una estructura narrativa dentro del caos que produce lo virtual. La pintura sobre tabla -soporte primigenio de la historia de la pintura- aparece como una resistencia a la velocidad dialógica propia del montaje cinematográfico. Al mismo tiempo lo pictórico se despliega cuadro a cuadro a la manera de un storyboard en el que toda narración se ha quebrado. Complementan la exposición una serie de fotografías y piezas textiles producidas en colaboración con Annuska Angulo.
Melanie Smith (Poole, Reino Unido, 1965). Obtuvo la licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de Reading. Su producción se ha definido por cierta relectura de las categorías formales y estéticas de los movimientos de la vanguardia y la post- vanguardia problematizadas en el lugar y el horizonte de las heterotopías. Ha desarrollado su carrera en la escena artística mexicana desde los años noventa donde ha sido testigo del impacto de la modernización capitalista, la globalización neoliberal y el hiper-consumismo, el desarrollo de una economía informal paralela a las formas tradicionales de manufactura, y los continuos fracasos o colapsos de la modernidad. Ambos contextos -el mexicano o, en sentido más amplio, latinoamericano, y el británico o, más extensamente, la cultura anglosajona o eurocéntrica- son esenciales en su obra. Aunque Smith no se define como pintora y trabaja con una gran variedad de medios, todos ellos están impregnados de una singular y persistente referencia a la pintura. En su trabajo Smith despliega un juego continuo entre farsa (en el sentido de absurdo, burla o parodia) y artificio (entendido como artificialidad y engaño y, en ultima instancia, como el “artificio de la razón”) y aplica estos conceptos a la sociedad contemporánea y lo que se ha denominado “modernidad barroca”. La propia arista ha definido su corpus como un “palimpsesto gigante”. Una gran muestra antológica de su trabajo itineró entre 2018 y 2020 por el MACBA de Barcelona, el MUAC en ciudad de México, el Museo Amparo en Puebla y el MARCO en Monterrey. En 2011 representó a México en la 54 Bienal de Venecia. Su obra forma parte de importantes colecciones institucionales en México y en el extranjero.
**English version
Melanie Smith
FIFTEEN MINUTES OF SUBLIME MEDITATION
From September 7
Proyecto Paralelo is pleased to exhibit Melanie Smith’s recent work. Produced during the last year and a half within a post-Covid context it seeks to find meaning in our present times upset by the pandemic. It points to connections between the micro and macro layers of the world that we inhabit and that remain beyond our comprehension. The planet, the sun, the sea, ecology, the body, economy, the displacement of people, capital and resources appear entangled, connected, until everything eventually overflows. The formal resort to abstraction and psychedelia in their technological version come into play to infuse some order into this state of perpetual motion.
In terms of visual language, the video that gives the exhibition its title is a turning point in the artist's body of work as it is made up exclusively of stock images and clips. Current conditions, which do not allow free travel or working with large teams, have led Smith to what could be called an “economy of the image” through which she reproduces the visual regime that inhabits the networks and the digital realm.
It is not her first approach to these sources: already in the Diagrams series that began in 2015, she resorted to digital stock images that she later transferred to painting. On this occasion, however, the solutions she proposes are even more radical. There is a special emphasis on digital technologies and the strictly virtual origin of most of the images. Compulsive saturation and repetition generate a kind of flattening of the information that erases any reference of scale or hierarchy.
Faced with this apparent visual chaos -which functions as a kind of virtual double for the actual entropy that surrounds us- Smith introduces a purely plastic element through the use of color. The moving image suddenly appears veiled, flat, and assuaged by a chromatic uniformity that is not random as each color defines a particular category: green for nature, blue for technology, pink for the body, orange for violence. It is this step -or space- between the moving image and the pictorial plane that traverses her whole oeuvre.
The series of paintings included in the exhibition function in turn, to slow down in some way the relentless speed of the digital image. Both the video and the paintings present a round trip towards the possibility of a narrative structure within the chaos produced by the virtual sphere. Paintings on wooden panels - the primal support in the history of painting - appear as a resistance to the dialogic speed that is proper to the cinematographic montage. At the same time, the pictorial unfolds frame by frame in the style of a storyboard in which all narration has been broken. A series of photographs and textile pieces produced in collaboration with Annuska Angulo complement the exhibition.