Memoria en linea

2017 - 2019 Lana belga teñida a mano con tintes químicos (14 colores), cadenas de metal bañadas en oro de 14 dilates, cinta magnética de cassette, bobinas de madera y estructura de aluminio. Medidas según instalación (textil: 370 x 420 cm, pie: 40 metros, largo lineal mínimo: 12 metros, largo lineal máximo: 45 metros, peso total: 130 kg, 106.6 km de lana belga teñida y tejida a mano en la ciudad de Antigua, Guatemala.

 

 

Memoria en línea surge de una fotografía tomada durante un viaje en el que recorrimos parte de México en el año 2007. Salimos de la Ciudad de México con el sueño de llegar al Mar Caribe. Fueron 10 días de viaje. Los paisajes y las anécdotas se han disuelto en la memoria. Esta fotografía es una de cientos tomadas durante los kilómetros recorridos donde el recuerdo más profundo que persiste es la sensación de anhelo por llegar al mar. El recuerdo del viaje, un error digital y la imposibilidad de saber el lugar preciso de la toma, es el punto de partida de esta reflexión.

La memoria, al igual que el textil, se construye o teje por la repetición del cruce de dos ejes que se juntan. En el caso del textil, es el cruce del “pie” y de la “trama,” en el caso de la memoria se trata del cruce entre el “tiempo” y el “espacio.”

La memoria, ese espacio en la mente, los archivos, las construcciones, la historia misma. Lo que existe entre el instante presente y el inmediato futuro. Lo que ya pasó. El trazo que deja el lápiz al dibujar una línea, línea que puede devenir en un dibujo, palabra, poema. Esa línea expresó un pensamiento, se convirtió en memoria para quien lo pensó, escuchó, recordó, leyó.

Memoria en línea es un pensamiento que recorre el espacio. Es la suma de los elementos que se extienden por la sala de exhibición con la idea de abrir un camino a la interpretación de una vivencia donde no existen referencias geográficas o sociales. En el textil hay dos figuras reconocibles: una torre de electricidad y un árbol. La torre la entendemos como idea de progreso y civilización y el árbol como representante del mundo natural. Este paisaje de la memoria, donde lo humano y natural se encuentran, no es particular a nadie ni a nada, es de todos.

En esta instalación, la imagen no se restringe al espacio del textil, sino que se expande, sale, se desintegra y dispersa. También lo podemos entender de manera inversa, como resultado de la confluencia de estas líneas de colores que tienen diferentes puntos de partida y viajes hasta llegar al tejerse entre sí mismas y conformar la imagen del árbol y de la torre. Las líneas de colores que recorren desde y hacia el textil son fuerzas potenciales para crear un lenguaje de nuevas memorias, así como una metáfora de líneas de pensamiento: libres, únicas, audaces, tensas, lejanas, extensas, impredecibles, entrelazadas, multicolores.

Memoria en línea (Memory on-line) arises from a photograph taken during a 2007 trip in which we traveled through Mexico. We left Mexico City with the dream of reaching the Caribbean Sea. It was 10 days of travel. Those landscapes and anecdotes have since resolved into memories. This photograph is one of the hundreds that we took during our long journey across Mexico; the feeling we recall most deeply is our longing to reach the sea. The memory of this trip, a digital error, and the inability to know the precise place where this photograph was shot, are all starting points for this work.

Memories, like textiles, are constructed or woven by repeatedly intersecting two different axes. With textiles, the "warp" and the "weft" are interwoven; with memory, it is a weaving of "space" and “time."

Memory - that space in the mind, in archives, in buildings and in history itself. What exists between the present moment and immediate future. What has already happened. The stroke left by a pencil when drawing a line - a line that can become a drawing, a word, a poem. That line that expresses a reflection and becomes memory for those who have thought about it, have listened to it, have remembered it, have read it.

Memoria en linea is a thought that runs through the exhibition space. In the woven textile there are two recognizable figures: an electric tower and a tree. We understand the tower as representative of progress and civilization, and the tree as representative of the natural world. This landscape of memory, where the human and natural meet, belongs to everyone.

In this installation, the image is not restricted to the textile’s boundaries. It expands, travels, disintegrates, and disperses. However, we can also interpret it in reverse; disparate lines of color travel until they converge and weave themselves into the tree and the tower. The colorful lines that run in and out of the textile are potential forces for creating a language of new memories. They are also a metaphor for a variety of lines of thought that are free, unique, audacious, tense, distant, extensive, unpredictable, interlaced, multi-colored.