Melanie Smith was born in the U.K. but established her career in the Mexican art scene of the 1990s. Smith moved from the political and economic tensions of Thatcher’s Britain to Mexico in 1989, where she witnessed the impact of capitalist modernisation, neo-liberal globalisation and hyper-consumerism, the development of an informal economy alongside traditional forms of manufacture, and the ongoing failures or collapse of modernity. The two contexts, Mexico, or more broadly Latin America, and Britain, or a wider Anglo-Saxon or Eurocentric culture, are central to her work. Smith’s work embraces a range of media but informs them in unique ways with a persistent reference to painting; nevertheless, she does not describe herself as a painter. In her work there is a continuing play between farce (implying absurdity, mockery or travesty) and artifice (meaning both artificiality and deception, and, ultimately, the ‘artifice of reason’), and she applies these concepts to contemporary society and what has been termed ‘baroque modernity’. She has described her body of work as a ‘giant palimpsest’.
Melanie Smith nació en el Reino Unido pero ha desarrollado su carrera en la escena artística mexicana desde los años noventa. En 1989 Smith dejó atrás las tensiones político-económicas del Reino Unido de Thatcher para instalarse en México, donde ha sido testigo del impacto de la modernización capitalista, la globalización neoliberal y el hiper-consumismo, el desarrollo de una economía informal paralela a las formas tradicionales de manufactura, y los continuos fracasos o colapsos de la modernidad. Ambos contextos –el mexicano o, en sentido más amplio, latinoamericano, y el británico o, más extensamente, la cultura anglosajona o eurocéntrica– son esenciales en su obra. Aunque Smith no se define como pintora y trabaja con una gran variedad de medios, todos ellos están impregnados de una singular y persistente referencia a la pintura. En su trabajo Smith despliega un juego continuo entre farsa (en el sentido de absurdo, burla o parodia) y artificio (entendido como artificialidad y engaño y, en última instancia, como el «artificio de la razón») y aplica estos conceptos a la sociedad contemporánea y lo que se ha denominado «modernidad barroca». La propia artista ha definido su corpus como un «palimpsesto gigante».